En el post de hoy, os queremos hablar de la Arteritis Viral Equina (AVE), una enfermedad infecciosa que causa numerosos problemas respiratorios en el caballo. Su facilidad de transmisión hace que su control sea más que necesario, aunque no tenga altas tasas de mortalidad.
¿Qué es la Arteritis Viral Equina (AVE)?
En primer lugar, vamos a determinar qué es la Arteritis Viral Equina. Como su propio nombre indica, se trata de una enfermedad de carácter vírico. En concreto, hablamos de un virus ARN, dentro del género Arterivirus.
En lo que respecta a este virus, cabe recalcar que no se transmite a seres humanos y que no resiste mucho tiempo fuera del cuerpo, así como las altas temperaturas, la baja humedad o la luz del sol. Sin embargo, se ha comprobado su enorme resistencia en temperaturas de congelación o refrigeración.
Transmisión del virus
La transmisión del virus de la Arteritis Viral Equina (AVE) se produce a través de rutas venéreas, donde el semental es el portador, o secreciones respiratorias.
También puede transmitirse al feto si la hembra está infectada, ya que la placenta o el mismo feto son fuentes abundantes del virus.
Esta facilidad de transmisión hace que se deba tener especial cuidado en hipódromos y granjas de cría, sobre todo en el último caso, para evitar que se transmita a descendientes.
Una vez infectado el caballo, suele presentar signos clínicos tras una incubación del virus de 3 a 14 días, que varía según el método de contagio.
Síntomas de la arteritis viral
A pesar de lo que se haya podido pensar, la Arteritis Viral Equina no tiene altos índices de mortalidad, afectando sobre todo a neonatos. Es más, muchos de los caballos portadores del virus no presentan signos clínicos palpables o son muy nimios.
Esto, en principio, es algo positivo, pero también tiene el problema de que es mucho más difícil de detectar y así adecuar un plan eficaz de prevención.
Cuando se presentan diferentes síntomas de la arteritis, en muchas ocasiones éstos son muy similares a los de la gripe, comenzando por problemas respiratorios, fiebre o pérdida de apetito, acompañado de signos clínicos como la tos, diarrea o estrés respiratorio.
Además, un caballo con arteritis puede presentar cuadros de depresión, conjuntivitis; con episodios relacionados con la fotofobia e hinchazón en las extremidades. Otros signos clínicos del caballo con arteritis los salpullidos de urticaria en zonas como las mejillas o los lados del cuello.
En el caso de las yeguas, por otro lado, puede provocar abortos y en los caballos sementales, reducir temporalmente su fertilidad.
Cabe recalcar que los problemas que sufren los caballos duran entre 2 y 9 días, convirtiéndose en portadores del virus de por vida.
Diagnosis de la arteritis
Como ya se ha comentado anteriormente, el hecho de que se presenten síntomas de diferentes enfermedades complica su correcto diagnóstico. Así, es necesario realizar un análisis serológico -es decir, ver si es seropositivo o seronegativo- y posteriormente determinar identificar si es portador, para poder llegar a un diagnóstico claro.
De acuerdo con el protocolo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España, la calificación sanitaria del AVE se compone de 6 estadios diferentes.
AV 0 -> Caballo reproductor sin calificar
Hablamos de aquel ejemplar, ya sea semental o yegua reproductora, del que no se conoce su estatus sanitario con respecto a esta enfermedad.
AV 1 -> Caballo reproductor seropositivo
El semental o la yegua reproductora obtienen un resultado positivo en el análisis serológico, quedando a la espera de la identificación vírica y así determinar si son o no portadores del virus.
AV 2 -> Seropositivo portador
El caballo ha dado positivo y es portador de la arteritis.
AV 3 -> Seropositivo no portador
El caballo ha obtenido un resultado negativo como portador de la arteritis.
AV 4 -> Resultado seronegativo
El semental o la yegua reproductora dan un resultado negativo en el análisis serológico.
AV 5 -> Ejemplar vacunado
El caballo ha sido vacunado según el protocolo del Ministerio.
Un problema para la cría de caballos
Evidentemente, debido a su forma de transmisión y el tipo de caballos más afectados, el mayor de los problemas se encuentra en la cría de caballos, ya que el virus es permanente en los posibles transmisores y es más virulento con los potros jóvenes.
Además, no existe un tratamiento concreto para paliar este problema, solo suministrar aquellos medicamentos aconsejados para paliar los signos clínicos diagnosticados y evitar el contagio.
Prevención de la arteritis
Su modo de transmisión hace que sea un problema a nivel mundial, puesto que la exportación está muy generalizada.
Como en otros muchos casos, la prevención es el mejor mecanismo para evitar el contagio de la enfermedad vírica. Existen programas de vacunación contra la Arteritis Viral Equina, sobre todo en el caso de las yeguadas y de los potros mayores de 9 meses.
De igual manera, se deben de realizar análisis en los tres meses previos a la cubrición, para así incluirse en los programas de reproducción. En ambos casos, se debe de seguir el protocolo del Ministerio de Agricultura. Esperamos que este artículo sobre la Arteristis Viral Equina os haya resultado de interés.