En el post de hoy os vamos a hablar de una enfermedad muy contagiosa y que se puede propagar en cualquier población de caballos: la influenza o gripe equina.
Una enfermedad que destaca por su capacidad de contagio, llegando a tener una morbilidad del 100% allí donde afecta.
Su control transfronterizo y veterinario ha permitido que los brotes hayan remitido a nivel global, ¡pero es que todo control es poco!
¿Qué es la Influenza equina?
Lo primero que tenemos que saber es qué es realmente la influenza o gripe equina. Como sucede con el resto de gripes, se trata de una enfermedad respiratoria muy contagiosa que se transmite a caballos, asnos o mulas, a través del aire. También puede contagiarse en los establos por medio de bebederos o comederos de uso común.
Aunque no presenta una gran tasa de mortalidad, las molestias en el caballo y los perjuicios que crean al propietario en su cuidado -y en su bolsillo- son más que cuantiosos.
De hecho, antiguamente este tipo de infecciones en los caballos de tiro impedían actividades cotidianas como el transporte o el comercio. Es decir, paralizaba toda actividad económica.
Para saber quiénes son los responsables de la influenza, nos tenemos que centrar en el virus de la Influenza A. Más concretamente, en los subtipos H7N7 y H3N8, un tipo de virus que puede tener un alcance superior a los 30 metros de distancia.
Normalmente, esta enfermedad afecta con mayor virulencia en aquellas zonas donde antes no ha habido un brote de gripe equina que en otras más habituales. Además, suele afectar más en caballos jóvenes y viejos, además de poder producir abortos en las yeguas embarazadas.
Contagio de la influenza en todo el Mundo
Para ver el peligro que contrae la influenza, vamos a ver una serie de acontecimientos que denotan su importancia.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal, una gran epidemia de gripe equina en la India en 1987 afectó a 27.000 animales, muriendo finalmente centenares de ellos.
Así, y desde que se detectara y diagnosticara esta enfermedad, estos brotes se han extendido por todo el Mundo, incluyendo América, Asia o Europa. Sí, en España también ha habido casos de gripe equina, como el sucedido en Madrid en 1990.
Es más, en la mayoría del mundo, la gripe equina es considerada como una enfermedad endémica. Sólo Australia, Nueva Zelanda e Islandia se salvan de esta propagación endémica.
Australia era uno de los poco lugares donde no había surgido un brote de influenza, hasta hace unos pocos años.
Su estricto control de fronteras impidió durante mucho tiempo este tipo de infecciones, por lo que no vacunaban a los equinos. ¿Consecuencia? En agosto de 2007, un foco de influenza en Australia provocó que más de 10.000 establecimientos equinos se infectaran en tan sólo 3 meses, ¡una auténtica barbaridad!
Síntomas de la Influenza
Normalmente, los síntomas de la influenza aparecen entre 1 y 3 días después de que se haya producido la infección. Síntomas de diferente índole que podemos ver a continuación:
- Fiebre alta.
- Tos seca que dura entre una y tres semanas.
- Descarga nasal serosa.
- Cansancio, acompañado de debilidad, depresión y anorexia.
- Conjuntivitis y gran descarga lagrimal.
- Laminitis.
- Edemas en los párpados y el forro.
- Pequeños cólicos.
Normalmente, la mayoría de caballos se recuperan en 15 días. Aun así, es probable que nuestro amigo equino tenga tos en las siguientes semanas, e incluso que recupere su nivel físico óptimo en unos 6 meses.
Problemas y complicaciones derivadas de la gripe equina
En el caso de que no se trate de manera adecuada a un caballo infectado por la influenza, se pueden generar diversos problemas o complicaciones. En ocasiones, las infecciones se pueden desplazar hacia el pulmón y provocar bronquitis o bronconeumonías.
El caballo también puede presentar otros problemas como la traqueítis, laringitis o faringitis.
De igual modo, las complicaciones de la infección por gripe equina pueden ser también la neumonía o la pleuresía.
Diagnóstico clínico
A pesar de que los signos clínicos son muy evidentes, es siempre pertinente confirmar la enfermedad mediante una prueba diagnóstica, a fin de no confundirse con otras enfermedades similares, como por ejemplo la rinoneumonitis equina.
Para ello, se puede diagnosticar mediante dos métodos. Por un lado, tenemos el aislamiento viral, donde se recolectan las secreciones nasales del caballo cuando se encuentra en la fase más aguda de la enfermedad o el diagnóstico serológico, que es realizado a través de la prueba de inhibición de la hemoaglutinación.
Tratamiento y vacunación de la Influenza
Si uno de nuestros caballos es diagnosticado con influenza equina, debemos de tener en cuenta que no hay un tratamiento que elimine el virus, por lo que la mejor solución es atenuar todos los problemas derivados, haciendo especial hincapié en las bronconeumonías.
Para ello, es recomendable tener al caballo infectado en las adecuadas condiciones higiénicas y suministrar antibióticos para paliar posibles infecciones secundarias, al igual que los mucolíticos. Para paliar la fiebre, los antiinflamatorios pueden suponer la mejor opción.
En cuanto al ejercicio, no debemos permitir que lo haga hasta que se encuentre plenamente recuperado. Esto es, unas dos semanas después de que no haya síntomas clínicos de la gripe.
Como siempre, la prevención es la mejor opción, aunque cabe reseñar que, debido a la diferencia entre cepas, un caballo vacunado también puede verse infectado. La diferencia está en que la virulencia con la que ataca es mucho menor en aquellos caballos que están vacunados, además de que le tiempo de recuperación es mucho menor.
¿Cuándo hay que vacunar contra la Influenza?
Como siempre os decimos, lo mejor es consultar con un especialista, si bien es cierto que de forma orientativa se puede realizar mediante los siguientes plazos.
- 1ª Vacunación. Entre los 4 y 6 meses de edad.
- Revacunación. Al mes de la 1ª Vacunación.
- Refuerzo. Cada 6 meses.
En el caso de las yeguas gestantes, lo idóneo es vacunarle entre 4 y 6 semanas antes de su parto.
Control y prevención
Si se detectara un caso de Influenza en uno de nuestros caballos, hay que tener en cuenta su gran capacidad de contagio, por lo que a las condiciones de salud de los caballos, hay que añadir muchos problemas económicos que pueda ocasionar este tipo de enfermedades en centro hípicos.
Por ello, no sólo hay que pensar en el caballo infectado. También tenemos que intentar que el virus no se propague hacia otros caballos y equinos que puedan estar cerca, aislando a todo caballo enfermo.
El establo donde se encuentren los caballos infectados deberá de ponerse en cuarentena, a fin de no contagiar los caballos de establos vecinos. Se levantará la cuarentena 4 semanas después de que se haya recuperado el último caballo del establo.
La higiene en las cuadras también debe de ser una obligación, limpiándolo todos los días y ventilándolo de forma constante. Asimismo, un refuerzo de la vacuna de la influenza es recomendable en el caso de los caballos vecinos que todavía no se hayan infectado.
¿Cuándo importar caballos si el establo se ha visto afectado?
El hecho de que la influenza sea una enfermedad de contagio a nivel mundial, exige un completo control transfronterizo.
De esta manera, cuando un establo ha sufrido un episodio de gripe equina, se necesitan un mínimo de 6 meses para poder exportar caballos sin que haya habido un caso. Además, el caballo procedente de dicho establo deberá de ser vacunado dos semanas antes de ser transportado y permanecer cuatro semanas en cuarentena en el destino.
Todo esto es más que normal, ya que hemos visto que la influenza es terriblemente contagiosa, ¡por lo que toda precaución es poca! ¡Tenedlo en cuenta!
*Advertencia. El artículo de EquusLine.es muestra opiniones y recomendaciones del equipo profesional de Agroveco, no son diagnósticos. Para cada caso o problema particular, os recomendamos que contactéis con un profesional que haga el diagnóstico “in situ”.